" ... dos maneras de gente; que la del pueblo
para arriba toda en la mas gente de tierra fría de buena disposición y muy
crecido, los cabellos cortados por junto a la oreja y los miembros genitales
sueltos (...) las mujeres traen ciertas vestiduras sin costuras hecha a mano
izquierda del pueblo de la otra banda de la quebrada o río que llaman de
Albarregas, con la población del valle de Pernia y los valles del
Pabuey y Escaguey y otros sus comarcanos, y el valle de Santo Domingo yCorpus
Christi y el de la Sal, con todas aquellas vertientes de la laguna, porlos
altos hasta casi el pueblo de la sabana» (Aguado, 1987: 454-455).
«La gente del pueblo para abajo es más
menuda y muy ajudiada: traen
los
cabellos largos, andan desnudos, como los demás y son para menos trabajo; traen
los genitales atados y recogidos a un hilo que por pretina se ponen por
la
cintura, y las mujeres tienen o traen vestidas las samalayetas que los demás de
arriba he dicho, que son de algodón. (Aguado, 1987: 455). manera
de saya que llaman los españoles samalayetas, que les cubre casi todo el cuerpo....».
(Aguado, 1987: 454). Según Aguado, esta gente pobló «...todo
el valle para arriba del pueblo, hasta los páramos..
La Fase Mirinday se corresponde con la
expansión de grupos arawak portadores de una alfarería
pintada que se localizaban en la zona del valle de Lara y que, según
Oliver (1990), comparten el mismo origen histórico con la tradición
Dabajuro.
Todo este cuadro socio-histórico explicaría,
por un lado, la influencia del Arawak que
presenta la lengua Timote, según el análisis sobre la fonética y
morfosintaxis del Timote realizado por Arrieta (1992) y, por el otro, la presencia
a nivel geográfico de diferencias léxicas de los grupos que hemos
considerado como pertenecientes a la lengua Timote en la región de Mérida. Para
el Timote hemos determinado la presencia
de los radicales /mu/ y /mo/
como característico de la lengua, así como una variación entre la
frecuencia de uno y otro que reflejaría la presencia de dialectos locales
pertenecientes a dicha lengua y que estaría reflejando diferencias a nivel de la
conformación de grupos étnicos dentro de un mismo territorio.
Los
grupos tribales jerárquico-cacicales de los Andes venezolanos“…hay un
incremento en el perfeccionamiento de la cerámica, a medida que uno desciende
de las montanas de suroeste a noroeste…”
(Cruxent
y Rouse 1958).
Estos
grupos se caracterizaron por una arquitectura lítica incipiente, canales de
riego, acueductos, mintoyes (Wagner 1972; 1999, Vargas 1969) -cuya función
principal era funerariao de almacenaje para tubérculos y granos (silos)- muros de piedra, caminos, escaleras.
Además de viviendas de bahareque, caña y madera (Wagner; 1999: 98).
El
cultivo con terrazas era de campos pequeños, este dependía del uso de
instrumentos manuales de labranza lo que limitaba la escala de las operaciones
individuales y, hasta cierto punto, la distribución general del cultivo, pero
no la intensidad del uso de la tierra (Sanoja y Vargas 1999).
Su
base de subsistencia fue la agricultura, especialmente
cultivaban
maíz aunque también lo complementaban con yuca y la papa. Además de ello, la
alimentación se completó con la recolección de frutos silvestres, caracoles de
tierra y la cacería de conejos, picures, venados, báquiros, aves e incluso la
domesticación de animales (Wagner; 1988: 96). La interacción con otras zonas
(al igual que el comercio y el intercambio) fue importante debido a la
presencia de objetos culturales exóticos e igualmente restos zoológicos y
botánicos de otras áreas.
Los
entierros eran de tipo primario directo y eran cubiertos con piedras de moler y
rodeados de fragmentos de cerámica, carbón, ceniza, mazorcas de maíz quemada y
otro material votivo como placas aladas de serpentinita (Perera 1979) y
vasijas, sobre todo incensarios policromos que reflejan funciones
simbólico-religiosas ((Wagner 1999).
También
se presentan entierros indirectos que evidencia un tratamiento
diferencial
de los muertos.
La
vida ceremonial de las comunidades andinas parece haber
tenido
varias formas de expresión, habría existido …una fase domestica (…) donde los
incensarios trípodes hechos en arcilla servían, posiblemente, para quemar las
nueces o la grasa de cacaco que se ofrecia como ofrenda a las
divinidades. Otra fase individual, pero secreta, e habría cumplido en las
cuevas que servían como adoratorios, donde los individuos, o posiblemente el
chaman de la La representación antropomorfa tardía en el área andina de
Venezuela
comunidad
actuando como intermediario, depositaban sus ofrendas
bajo la forma de frutos de cacao, vasijas, tejidos, pendientes alados,
figurinas de arcilla o talladas en piedra, etc. Una tercera modalidad sería la
festividad anual que se daba en la esfera del cotidiano público… (Sanoja y
Vargas; 1999: 68).
soy tibisay, pueden comunicarse a través de mi correo yasibit1978@yahoo.es necesito ayuda de expertos el aréa tiene mucho material para estudio y catalogación. es una zona que parece haber existido un asentamiento fuerte y alli tenemos construido nuestro liceo . siempre se encuentran restos de algo por toda el área.
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